jueves, 26 de abril de 2012

Lluvia de día

La luz gris caía sobre el suelo perezosa, como en paracaídas, el agua invadía la faz terrestre en un día lento como el tiempo, cuando parte y separa. 
La Esperanza estaba de vacaciones anticipadas y la Fe mendigaba en la misma esquina que veía camino al trabajo, con un gorro de lana sucio y bigotes del color de la uva de cartón. El suelo era un espejo de cebra bañado por tres colores donde nadie se atrevía a tirarse de cabeza, la Cautela un paraguas triste que lloraba a borbotones y el calor del hogar un Agosto en Abril. 
Las miradas, siempre atractivas a la inspiración del curioso, hoy se encogían de hombros declaradas en huelga, cerradas por cese de negocio, traspasadas, despedidas o difuntas. La vida se escapaba cuesta abajo hacia el sumidero más próximo sumada a colillas y besos sin ganas. 
La vida hoy era lo único sin la importancia de un nombre propio, el acento perdido y la bala encasquillada. 

martes, 3 de abril de 2012

Off


Mamá, dice el televisor que hoy no tiene muchas ganas de producir electrones de intensidad y dirección controladas hacia su pantalla para producir imágenes y gráficos. Que no está muy catódico.